NO DECÍA PALABRAS
No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.
La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.
Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne;
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.
Aunque sólo sea una esperanza,
porque el deseo es pregunta cuya respuesta
nadie sabe.
LUIS CERNUDA ( España, 1902 - 1963 )
martes, 4 de diciembre de 2007
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4 comentarios:
Bienvenido a este mundo inapresible e incomprensible de los blogs, (aunque "esa mirada" nueva de la que hablas, igual trata de otro nombre diferente, o de palabras disitintas) tu comienzo es claro, la predisposición a "sentir" con palabras de otros.
Agradezco tu paso y la impronta de tus palabras.
Yo si podría describir mi deseo, limitandolo a fonemas conjugandos con él.
Olimpia.
Tengo el honor de que seas la primera voz. Muchas gracias.
:-) Bienvenido, si, y bien hallado por lo que presiento. Te agradezco que hayas llegado. Se disfruta. Besos
Muchas gracias, tus palabras me saben muy bien. Besos
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