miércoles, 19 de diciembre de 2007

El PUB





El bar apenas pasa de ser un tugurio de mala muerte en mitad de una calle del casco viejo de la ciudad encantada. Huele a lo que suelen oler estos sitios, tabaco, hachis y una mezcla de desinfectante con pachuli que hace de barrera de los olores que salen del servicio antiguo y mal aireado, pero ella lo mira como si fuera algo especial, encontrar trabajo de camarera es un logro para alguien cuya única referencia es su bonito trasero y unos medianos pechos a los que le sabe sacar su partido. El jefe le ha examinado, con la vista le ha hecho pasearse por la barra y servir varios cubatas rápidos y unas cuantas cervezas de barril, nada que ella no supiera hacer con ese balanceo tan especial de los senos oprimidos. A partir de ahora este será su reino y la noche su posible condena, el ambiente que sepa crear le dará alas o cadenas.

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