Llegada la consumación, el mero acto sexual, Isabel ha sabido sacar partido con sus buenas artes amatorias, ha dejado placidamente encantado a su jefe, y además ha empezado a manejar los hilos para adquirir con rapidez la importancia que ella necesitaba tener en la empresa. Ha cogido a Javier en su tela de fantasía y sexo y él por ahora se deja llevar un poco anestesiado por sus artes, no imaginaba tantas posibilidades en ella. Isabel tiene un novio, una figura decorativa en su vida, muy por debajo de sus pasiones y sus ambiciones con el que se iba a casar en poco tiempo. Pensó dejarlo, pero visto lo visto le puede servir de tapadera para mantener ese juego lascivo y morboso que tanto le gusta a su amante.
Foto aquí
2 comentarios:
¡Este Javier ¡
Me gusta como, con sencillas pinceladas, trazas la personalidad de cada una de las piezas del tablero.
Continuaremos leyendo tu relato.
Un abrazo.
Continuo leyendo....y este post en particular me gusta....pensar que una mujer- tan mal visto siempre- puede jugar las mismas cartas que Javier, y conseguir sus propósitos de igual forma que él, de igualarse, en condición y "determinamiento" me gusta....mucho.
Olimpia.
Publicar un comentario