Alberto es muy meticuloso, escrupuloso de sus cosas y estricto, muy estricto, al principio él mismo se controlaba sus accesos de cólera por las cosas más nimias que pueden pasar en una casa y en una pareja recién casada que deben aprender a convivir. Los primeros meses no fueron muy agobiantes para Edurne, seguía en su trabajo, aunque eso se lo censuraba continuamente él, “ya que ganaba suficiente dinero para no tener que trabajar su mujer”, pero de momento Edurne con dulzura conseguía cambiar de tema y hasta hacerlo sonreír…lo que pasa que según fueron pasando los meses su actitud fue dando un giro a peor y sistemáticamente cada pequeña batalla sin importancia en la casa se transformaba en un repliegue de líneas de Edurne.
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2 comentarios:
Se masca la tragedia. La convivencia nunca puede ser el continuo repliegue de uno frente al otro.
Un abrazo.
Sencillas. Complejas. Tiernas. Las líneas de Edurne dibujan senderos en nuestra mirada.
Un abrazo.
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