
Los días pasan y Armando ha recuperado la compostura, de vez en cuando recuerda las escenas con Maria y esa noche que tiene clavada a fuego en su mente. Cuando suena el teléfono móvil y aparece un mensaje de un número oculto no sospecha nada, pero al abrirlo se queda parado y a la vez una especie de zozobra y palpitaciones le acontecen, casi se pone blanco…el sms le dice: ¿te gustó?, pues el día 12 a las 11h 00 en la cafetería del hotel Saavedra, sólo esperaré 5 minutos. M.C..al recuperarse, rápidamente su cerebro empezó a digerir aquel nuevo bombazo, eso era dentro de dos días, él pensaba “¿como quedar en el centro si no conduzco y es en hora de trabajo?”, pero se le ocurrió que como llevaba las finanzas de la empresa le diría al jefe que iba a quedar con los que llevan sus cuentas en algunos de los bancos a ver que les podía sacar para reducir los costos sobre las polizas a renovar dentro de poco, su jefe, encantado con su empleado, no le pusó ningún problema. Tenía carta blanca.
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3 comentarios:
La jugada se aproxima.
Esperaremos.
Abrazos
Una carta blanca, en manos de un buen jugador, es un aval para el éxito.
Armando sabrá jugar la partida… ¿sabrá jugarla?
Un saludo.
Con decisiòn, nada es azaroso, confìo en que sabrà jugar-
Un besazo y gracias por tu comentario, Juan.
Un abrazo
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