sábado, 22 de marzo de 2008

Armando (XI)





Soy amigo de Armando desde hace dos años, después de regresar de la Argentina sin mujer y con una maleta llena de recuerdos, pero eso no viene a cuento. Él sabe que en mi consulta los temas sexuales entre hombres y mujeres salen a colación a diario y todos los que vienen temen conocerse, por eso quiso contarme su historia privadamente en un café. Extraña, en un principio para mi sabiendo como es él, pero lo escuche atentamente. Me hablo desde el principio de la historia y de Yolanda, la tercera amiga y como ya en el hotel aquella mujer le había conseguido llegar al estado de embriaguez sexual mayor con una serie de chismes que sacaba de una maleta y que él nunca pudo imaginar que pudieran causar semejante placer. Pero la duda era razonable, ¿qué podía hacer con aquellas mujeres?, no se había enamorado de ninguna, pero deseaba a las tres y no concebía la vida sin volver a tenerlas junto a él.
Mi intuición me decía que esto iba a durar poco y que después todavía sería peor ya que ellas jugaban con su cuerpo y sus emociones y si no sabía controlar eso estaba perdido.
De todas las maneras podría ser que no lo volvieran a llamar…casi eso era lo mejor que le podía pasar...

Foto aquí

1 comentario:

ybris dijo...

Sí. Quizá sería lo mejor.
Pero que le quiten lo bailado.